CRONICAS DE ACULA

Si preguntáramos: ¿Quíenes son los más queridos del pueblo?, pues claro los niños. ¿Cuál es el síntoma de que una población es sana y pujante?; está claro, la presencia en sus calles de niños. Como no puede ser de otra manera son el resultado de nuestro ciclo vital, nacemos, nos desarrollamos, reproducimos (parece ser que esta es la parte más divertida del asunto) y finalmente desaparecemos, para dar paso a la siguiente generación.

Visto así el tema, no nos diferenciamos mucho del más humilde vegetal o insignificante animal. Pero nuestra realidad humana es bien distinta, una vez que tenemos hijos no podemos dejar de mimarlos, cuidarlos, enseñarles...en definitiva preparles lo mejor posible, el futuro prometedor que les espera, de forma que ellos continúen el ciclo vital de la especie humana. A diferencia de otras especies animales, esta relación padre-hijo, es para el resto de nuestros días y no se limita a un corto periódo de tiempo, tal como ocurre en el resto de especies.

¿Por qué esta difrencia con el resto de especies? Bueno, a veces la respuesta la podemos contemplar en un documental de televisión; pero también la podemos obtener en nuestra propia Acula. Seguramente Agustín pueda decirnos, cuantos minutos tarda un "chotillo" en ponerse en pie y cuantos días en destetarse. Mientras el resto de los animales ya nacen con las habilidades motoras para desplazarse por sí solos, nosotros tenemos que pasar un tiempo muy prolongado y doloroso (menos mal que esta parte de nuestra vida no la recordamos), ensayando, probando, entrenando, sólo para poder dar el primer paso, en los demás animales este proceso dura apenas minutos.

Pero vamos a lo que vamos, que estamos de fiestas. Ayer mañana tuvo lugar la celebración de unas Miniolimpiadas compuestas por un Duatlón y "grandes partidos de Voleibol".

Veamos qué pasó en el Duatlón:

Ya por la mañana temprano estaban nuestros Mayordomos señelizando el circuito en el suelo de nuestras calles, siendo acompañados por un grupo creciente de niños en sus "monturas biciclas". La impaciencia y nerviosismo se iban instalando en el grupo conforme nos acercábamos al inicio de la prueba. Como la mañana se presentó fresquita (ya era hora) y el sol deshizo las pocas nubes que habían sobre nuestras cabezas, se propiciaron las condiciones idóneas para la práctica de cualquier deporte. De todas formas algunos de los chavales (como por ejemplo mi hijo) llegaron con "la leche en la boca" o con el "tiempo pegao al culo" y alguno lo pagó mas tarde.

La prueba se desarrolló en dos circuitos uno más pequeño para los "yogurines" y otro más grande para los "mozalvetes". La carrera consistió en realizar el mismo circuito dos veces, la primera en bici y la segunda a "patita". En primer lugar salieron los participantes infantiles y en segundo lugar los "grandes", resultando lo siguiente:

1º Infantil: Oscar (mi niño, "pa que os enteréis")

2º Infantil: Alejandro

3º Infantil: Jorge

1º Juvenil: Juan

2º Juvenil: Francisco

3º Juvenil: Elo (Primera fémina)

Después de las carreritas, nos pegamos un paseo en compañía de los Mayordomos, en dirección a las Cábilas, para instalar en el Patio de las Escuelas, los campos de Voleibol. Para ello estos ingeniosos Mayordomos, utilizaron una red de tenis que atravesaron a todo lo largo del campo de futbol y las ataron a las porterías con lo que consiguieron el sufieciente espacio para que pudieran hacerse dos campos, uno para los mozalvetes y otro para los chavalines. Para poder marcar los límites de los campos el Sr. Nelson tuvo a bien cedernos un saco de yeso y a mano se procedió a la delimitación de los campos.

Los jovencitos ráidemente formaron dos equipos y comenzaron a jugar y por el griterío y voces que se oían parece ser estuvo bastante competido su partido. En cuanto a los niños también se lo pasaron bien y ayudados por algunos "mayores", también jugaron lo suyo. La verdad es que todos sin excepción (fuera de las pequeñas y sanas rivalidades del partido de los mozalvetes) nos lo pasamos estupéndamente.

Después de todas las actividades deportivas nos fuimos a la Plaza del Pilar a reponer fuerzas, incluidos los mayores. Los chavales disfrutaron de un amplio surtido de bollería, junto con batidos o zumos. A este, su comentarista, lo que le apetecía era una cerveza y los inmejorables Mayordomos, tuvieron a bien el cumplir sus deseos, ¡Son unos Fenómenos!. Ellos más comedidos disfrutaron de un merecido buen café con leche. Como de costumbre, algunos niños, sólo se presentaron a esta parte de la actividad, más alimenticia pero menos divertida, ¡A ver si os levantais antes "dormilones"!.