CRONICAS DE ACULA

¿A quién se le ocurriría hacer un baño de espuma, en un recinto abierto? La verdad es que no sé cómo empezó esto de los “baños” de masas con espuma, aunque sí cuándo empezó a popularizarse, allá, a finales de los 80, sobre todo en discotecas y pub´s al calor del verano. El precio es bastante asequible en comparación con otro tipo de eventos, ya que, a una amplia oferta se une un bajo coste de la maquinaria (cañón de espuma) y de los materiales (agua y jabón líquido, básicamente). Como consecuencia de todo esto, el auge de esta actividad ha sido imparable, incluyéndose, cada vez con mayor frecuencia, en los programas de fiestas de todos los pueblos, ya fueran grandes o pequeños.

A las 13:30 h, después de la agotadora Gymkhana, nos desplazamos a la Plaza de la “Morrina”. ¿Qué nos esperaba allí?. Un refrescante y húmedo baño de espuma, tal y como viene haciéndose estos últimos años. Es una cita ineludible. Un cañón de espuma, una música que acompañe y un día soleado y caluroso, son los elementos que hacen a esta actividad tan divertida y apetecible. Los “mayores” con la excusa de vigilar y controlar a dónde están los niños, participan y por lo tanto, también acaban embadurnados de espuma “por los cuatro costados”. Es algo así como un baño familiar con espuma y en público. Por lo tanto, es conveniente acudir a la cita en bañador y no está de más el llevar también una o dos toallas, sobretodo para los chavalines, a los cuales, con bastante frecuencia hay que limpiarles la cara y en especial los ojos.

El que suscribe, es un poco reacio a introducirse en este “espumoso” elemento, pero no deja de divertirse, viendo a todos los participantes cómo disfrutan de esta actividad, entre juegos y bromas. Si es posible no se moja ni la “canilla”, aunque para eso está la señora que parece que está más por la labor y si no observen:
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Saludos fiesteros (Ahora a hacer una visita a los "Cantineros")

Pepe Díaz